jueves, 10 de noviembre de 2011

Tartas y amistad

Con tanta dulzura como algunas de las tartas que aparecen en la película, "Criadas y señoras" aborda el estilo de vida de una ciudad de Mississippi de los años 60 justo en la "cocina" de la que salían las más abominables ocurrencias racistas generadoras de crímenes e injusticias sociales.

Y digo, con dulzura, no sólo por el desfile repostero que contiene la cinta sino porque se trata de una película de amistad, de una amistad y de una confianza en una ambiente en el que podía entenderse más que imposible. 

La maldad aterradora de esa vida y de esa forma de pensar y actuar sólo se intuye y, salvo los momentos en los que al espectador le pueden dar ganas de pegar más de una bofetada (por imbécil) el resto deja una sonrisa satisfactoria.

Con un reparto variado y brillante (el que más o el que menos tiene si minuto de gloria) poco a poco la película consigue que el espectador deje esa sensación de que "algo malo va a pasar" a un lado y se relaje disfrutando de un momento algo edulcorado.

Bueno, a veces no hace falta ser excesivamente realistas para poner los pies en el suelo y sí es necesario que se nos presente esa otra cara de la moneda, la que criticamos por ñoña y blanda pero de la que esperamos sea real.

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