Una de las peores cosas que le puede pasar a un thriller es ser previsible. La intriga, el suspense, el desarrollo inquietante de una historia bañada tal vez con acción o drama o incluso toques de humor... esa sensación, esa inquietud, ese no querer parpadear son elementos indispensable cuando, además de hacer una buena película, intentas que la historia enganche y logre convencer. La guinda, igualmente necesaria, es sorprender al espectador.
Desgraciadamente "Lo mejor de Eva" saca precisamente lo peor: es previsible. Desde la primera aparición del personaje interpretado por Miguel Ángel Silvestre supe lo que ocurriría, pero quise darle una oportunidad, por si en esas vueltas del destino la película lograba tomar un giro inesperado.
Pero no.
Se agotaba el tiempo y todo iba sucediendo tal y como había previsto. Y pensé: ¡qué pena!
Así que me dije... ummm, igual tienen preparado un final que me va a dejar con buen sabor de boca.
Debo decir que me encantan las tres actrices: Leonor Watling, Adriana Ugarte y Nathalie Poza, en la mayoría de sus trabajos, éste incluido, aunque la historia en ocasiones no lo permita.
...Y sigo relamiendo el caramelo de anís, que me comí al final de la película, en un intento de apartar la amargura de mi boca, mientras imagino la de cosas que se podía haber hecho con la historia y logra lo mejor de ella...
