Hacía tiempo que quería ver esta película, desde que vi algún que otro trailer y sobre todo, desde que supe que salía éste último trabajo de Theron. Siempre he pensado que es una actriz bastante peculiar ya que, lejos de encasillarse en papeles de super-estilosa-guapa-sex-symbol, ha hecho una pelota con su físico, como si de un folio se tratara, y luego lo ha presentado. Ha sabido dar una vuelta a todas las ideas que podía tener de ella, y eso, como poco, me ha creado una inusual curiosidad.
Este es un trabajo normal, que pasa sin pena ni gloria. Un drama con momentos absurdos que pueden incluso suscitar la sonrisa. Pero la idea no deja de ser un drama. Lo tomes como lo tomes (y de eso, si que sabe nuestra protagonista)
Una escritora "ocasional" con una soledad aplastante pese a ser la envidia de todo el pueblo en el que pasó su niñez y juventud. Una reflexión sobre el camino que escogemos y las raíces que nos llevaron a él.
Si hay una cosa que especialmente me ha gustado ha sido como presentan ese estado mental del estar pero no estar o sencillamente levantarte una mañana y comenzar a respirar porque, sencillamente, el cuerpo lo hace por ti. Un camino que lleva irremediablemente a adicciones de todo tipo, como ¡las bebidas de cola!
Hace algún tiempo una persona me dijo que, en ocasiones nos convertimos en nuestro peor enemigo. Desde mi punto de vista, esta película va precisamente de eso, de tenerlo todo y de no creerlo, de poder hacer cualquier cosa y finalmente, no hacer nada. De tenerlo delante, y no verlo.
De caminar y no ir a ninguna parte.
Dos aclaraciones:
1. He tardado algo de tiempo en publicar esta entrada así que posiblemente la película no se encuentre en la cartelera.
2. No nos engañemos... Charlize Theron, por muchas vueltas y vueltas que le de al asunto, está siempre espectacular, hasta con una porquería de chandal, sin peinar y atiborrándose a KFC.